Cuando hablamos de situaciones a evitar cuando nos ponemos al volante, lo primero que se nos viene a la cabeza son distracciones a causa del móvil, alto volumen de música, charlas con los pasajeros, entre otros. Sin embargo, a penas tenemos en cuenta una de las mayores distracciones al volante, que está muy presente en el día a día y puede provocar graves accidentes e inconvenientes.
Conducir con sueño o fatiga
Se trata de una de las principales causas de conducción distraída o desatenta.
La somnolencia hace que la capacidad de concentración del conductor sea mucho menor por lo que esto provoca que el tiempo de reacción aumente.
Durante la conducción, en el momento que se empiece a detectar síntomas de sueño o fatiga, es necesario detener el vehículo en un lugar permitido y descansar lo necesario. Realizar este tipo de acciones reduce al máximo la posibilidad de tener un accidente como consecuencia de los efectos de sueño y fatiga.
Campañas de concienciación
La DGT ha realizado una campaña para concienciar a la población de que conducir bajo estos efectos de somnolencia incrementan las posibilidades de tener un accidente. De acuerdo con los datos que presenta la DGT, la conducción distraída o desatenta estuvo presente en el 31% de los accidentes mortales del año pasado. Esto supuso 319 accidentes mortales que fueron causados por motivos de distracción del conductor.
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